ALPANDEIRE-FARAJÁN

Una nueva jornada senderista de nuestro Club, nos llevó ayer a la localidad de Alpandeire. Nos ha acompañado un magnífico día primaveral, aunque muy caluroso. Una vez llegados a este municipio, parte del grupo optó por no realizar la ruta programada y, en su lugar, visitar Alpandeire con tranquilidad.

Más tarde, visitarían las localidades de Faraján y Júzcar. Mientras, el resto de los componentes del Club iniciamos la marcha a las 10:30h.

Nos ha acompañado un guía local, Antonio, que, durante el recorrido (unos 9.5 km), nos comentaba aspectos de la agricultura y costumbres de la zona.

El sendero se inicia con un leve descenso.

 

Aunque pronto comenzaríamos una suave subida. La frondosidad y la vegetación exhuberante nos acompañaron durante todo el recorrido.

Esta primera parte de la ruta transcurrió cómodamente por sendero y algún carril; vimos la Fuente del Quejiguillo, y pudimos observar la vegetación propia de la zona: encinas, alcornoques, "mixtos" (según nos comentó nuestro guía Antonio, una variedad de quercus, mezcla de encina y alcornoque), madroños, castaños (con un precioso color verde, intenso, en esta época del año), así como jara, jara macho, etc.

En esta zona se cultivaba tabaco, maíz, cacahuetes, altramuces... Ahora, sin embargo, se apuesta por los chopos que se venden para leña.La arboleda y la frondosidad de la vegetación no nos impedían ver Faraján.

El sendero nos condujo hasta el Molino del Conejo, habitado hasta hace poco tiempo: este fue el lugar elegido para hacer un breve descanso, admirar el hermoso prado que lo rodeaba y tomar algo de fruta y agua.

Continuamos la marcha para llegar al río Genal, que tuvimos que cruzar en dos ocasiones. Un alivio y un descanso para nuestros pies...

Apreciamos, aquí, la vegetación de ribera, como álamos, chopos, mimbre... Encontramos también algunos burros y cerdos...

Tras cruzar el río por segunda vez, bajo la atenta mirada de los burros...

iniciamos la parte más dura de la ruta: una prolongada y pronunciada subida que se hizo aún más dura por lo avanzado de la hora y el fuerte calor.

No sin dificultad, llegamos al final del ascenso donde un mirador nos regaló hermosas vistas de la sierra.

Una vez llegados a Faraján, aunque la idea inicial era continuar hasta Júzcar, decidimos dar por finalizada la ruta, ya que las altas temperaturas hacían muy dificultosa la caminata. Almorzamos en Faraján, donde entregamos un pequeño recuerdo a nuestro guía Antonio y, tras ver cómo un jabalí paseaba tranquilamente por el pueblo,

  

nos dirigimos en autobús hasta Júzcar, donde nos esperaba el resto del grupo. Tuvimos tiempo para recorrer este curioso municipio que, tras ser pintado de azul para el rodaje de una película, optó por mantener ese color.

Tras un paseo por este original pueblo, emprendimos el camino de regreso a Alhaurín de la Torre.

La próxima ruta será el día 31 de mayo, en la zona del área recreativa de La Fuensanta (El Burgo), donde disfrutaremos, también, de una comida de hermandad con nuestros amigos de la Asociación de Carboneros y Antiguos Oficios de Monda.